por Fray Zoilo Juan Tonello
Una buena ocurrencia que me parece digna de compartir es ésta: permitirnos caminar al ritmo de la naturaleza en la que estamos inmersos.
Amigos lectores: ¿es nuestro Dios el Dios de la Vida? Claro que sí, Entonces todo aquello que pueda adornar y embellecer nuestra existencia. Sepamos decir Gracias, demos rienda suelta a nuestra capacidad de amar, esa que el creador nos ofreció cuando nos permitió existir...
Paz y bien...